23 de marzo de 2010

TEXTO FINAL TROZOS Y DESTROZOS

Trozos y destrozos
Versión libre de fragmentos de las obras “Morir o no morir” de Sergie Belbel y “Tráfico pesado” de Fernando Peñuela
Dirección dramatúrgica: Víctor Hugo Enríquez Lenis






ESCENAS


1. Amalia no quiere pollo.
2. La llegada de Alexander
3. El paradero
4. El baño de Emily
5. Amalia se atraganta
6. Cena de cumpleaños
7. La maleta se abre
8. Sueños con asesina
9. Emilio y Rita se despiden
10. El amor








1. Amalia no quiere pollo.
(Se ilumina la escena, vemos una estructura que asemeja un mesón de cocina con todos sus utensilios, al lado vemos una mesa de madera con dos asientos a modo de comedor. Entra a la escena el personaje de AMALIA, lleva puestos unos walkman baila al ritmo de la música. Un rock pesado, baila alrededor del comedor. Al fondo se escucha una voz en OFF que dice “AMALIA”, es Emily, la madre de la niña. AMALIA, al escuchar la voz de la madre se recompone de manera nerviosa y se sienta al comedor. Entra la madre, Emily quien se presenta componiendo las tirantas del uniforme de la niña, va hacia el mesón y prepara una comida para su hija, misteriosamente coge un frasco de vidrio y le aplica 2 gotas de este frasco al plato de comida de su hija. Se dirige hacia la mesa y pone el plato en la misma y espera a que su hija coma, la niña hace un gesto de rechazo y juega con la comida, la madre disgustada le quita los auriculares.)
AMALIA
“Y… ¿esto qué es?”
EMILY
Pollo
AMALIA
Ahh…
EMILY
(Cogiéndola del cabello) ¿Y qué significa ese ah…?
AMALIA
Nada

EMILY
(Acercándole la cabeza al plato) Come.
AMALIA
(Resistiéndose) No tengo hambre.
EMILY
Son las nueve de la noche ¡Come! (la madre la suelta agresivamente)
AMALIA
¡No tengo hambre! (adopta otra postura en la silla)
EMILY
¡Niña! Siéntate como Dios manda (La niña sube las piernas encima de la mesa)
EMILY
¿No me has oído? ¡Que te sientes como Dios manda, he dicho! (la niña la ignora) ¿Se sienta así una persona normal a la mesa? (hacia el público) ¡No! Así no se sienta, te lo he repetido mil veces… esos codos fuera de la mesa ¿No entiendes cuando te hablo o qué? Brazos paralelos, sin cruzar las piernas bajo la mesa, es de mala educación. Tienes la espalda torcida como una puta tullida. ¡Hombros abajo! ¿Niña, no te enseñan eso en la escuela? (Mientras Emily va hablando va a acomodando la postura de la niña)
AMALIA
¿Puedo decir una cosa?
EMILY
¿Qué?
AMALIA
Estoy incómoda.

EMILY
Pues te aguantas…… ¿De verdad no les enseñan cómo comportarse en la mesa?
AMALIA
No, nos enseñan otras cosas.
EMILY
Pues nada de lo que les enseñan sirve para nada, mañana mismo te cambio de colegio.
AMALIA
(Reprochando) Pero mamá….
EMILY
Esa es otra de tus manías, el parloteo. En la mesa no se habla, si hubieras conocido a tu padre, el si sabía estar en la mesa, saludar, decir la palabra justa en el momento justo, esas eran las enseñanzas de tu padre…… la herencia, niña eso era lo que antes se heredaba, una educación rígida y severa….no como ahora, que tengo que repetirte las cosas mil veces para que hagas caso (La madre hace todo su monólogo sobre cómo comportarse en la mesa, mientras tanto la niña se ha vuelto a colocar los audífonos. Se escucha la música rock, la madre habla sin parar, como un títere, pero no se le escucha nada, la niña se entretiene escuchando la música, de pronto la madre se percata de que la hija no la está escuchando y se dirige a quitarle por segunda vez los auriculares de las orejas)
EMILY
¿Todavía no comes?
AMALIA
No

EMILY
¿Por qué?
AMALIA
¡Porque te estoy escuchando!
EMILY
Uno come y escucha al mismo tiempo.
AMALIA
En la mesa no se habla.
EMILY
(Muy alterada) ¡Cuando se come no se habla!

AMALIA
¿Y tú no vas a comer?
EMILY
Sabes perfectamente que no como de noche.
AMALIA
Yo tampoco. (La niña se levanta de la mesa y la madre la sienta de un solo empujón)
EMILY
(Amenazante) ¡No te burles de mí que se me sube la rabia a la cabeza y puedo ser peligrosa!.... cariño…. (Metiéndole poco a poco la cabeza al plato) ¿No ves lo provocativo que está el pollo?
AMALIA
(Con la cabeza dentro del plato) Sí…
EMILY
(Soltándole la cabeza) Hora y media preparándote la salsa, porque sé que todo te gusta con salsa, es pollo lo deshuesé especialmente para ti (coge una cucharada y se la ofrece a la niña)
AMALIA
¿Eso es pollo?
EMILY
¿Por qué? ¿No parece?

AMALIA
Debe ser por el vómito color diarrea en que lo sumergiste.
EMILY
(Alterada) ¿Cómo?
AMALIA
Nada.
EMILY
¿Sabes que hubiera hecho tu padre si estuviera aquí? Te hubiera volteado el mascadero.
AMALIA
(Emite un sonido de burla)
EMILY
Ah… ¿Te burlas? ¿Te burlas de los muertos?
(La madre la parada de la silla halándola del cabello y la tumba al piso)

2.La llegada de Alexander
(Un hombre joven llega portando un pequeño maletín frente al portal de una casa de Emily.. Toca la puerta)
EMILY
¿Quién está allí?
ALEXANDER
Soy yo señora.
EMILY
¡No sé quién es usted!
ALEXANDER
Soy yo, señora Emily, vengo por lo de la habitación.
EMILY
Me imagino que viene recomendado por la agencia.
ALEXANDER
¿La agencia?... Sí claro, por la agencia (Ríe).
EMILY
¿Llega usted solo? (El joven no responde) Oiga… ¿No me escucha? ¡He preguntado si viene solo!
ALEXANDER
Solo… (Ríe) Sí señora, solo…
(Música misteriosa. Él entra con su maleta y observa la casa. AMALIA permanece silenciosa observándolo; su actitud rebelde ha cambiado y ahora se muestra introvertida y sus movimientos son algo lentos).
EMILY
Entonces me imagino que usted es estudiante como pedí en las indicaciones.
ALEXANDER
¿Estudiante? Sí, estudiante.
EMILY
¿Me permite su carné?
ALEXANDER
Bueno, soy estudiante pero aún no lo tengo porque… no nos han dado el carné...
EMILY
Bueno, no importa. Otro documento cualquiera donde certifique que usted...
ALEXANDER
(Pasándole los papeles a la dama). Sí, la carta de la agencia y mis documentos de identificación. (Ríe). La mujer observa los documentos. Le da una ojeada al joven por el visillo. Le devuelve los papeles. Luego sigue hacia la cocina)
EMILY
¿Y bien?

ALEXANDER
(Con timidez)... Lo de la habitación.
(Ella lo invita a continuar; al caminar Amalia se interpone en su camino…él se siente extrañamente ansioso)
EMILY
¿Qué le pasa joven? ¿Tiene algún problema?
ALEXANDER
No, no. Es decir, sí... (Alexander la sigue)
EMILY
¡AGG! Quítese sus zapatos. (Alexander se sorprende)... ¡No me entendió…que se quite sus zapatos!
(El joven confundido lo hace. Ella lo observa en detalle, luego le extiende una bolsa plástica para guardar los zapatos. Él rezonga).
EMILY
(Lanza un monólogo simultáneo al de Alexander)¡Nadie entiende exactamente! Hay que cambiarse la ropa cada día después de lavarse muy bien todas las partes, para estar limpio y tener una buena apariencia, lucir decente. ¿Cómo hago para que me comprenda joven? Y usted con esa ridícula bolsa.
ALEXANDER
(También hace su monólogo)
Tiene razón, yo también pienso lo mismo. Estoy acostumbrado como toda la gente a bañarme muy bien todos los días, a cepillarme los dientes después de cada comida, a tener las uñas limpias, cambiarme a diario de ropa y todo lo demás como la gente decente. Soy una persona pulcra, le aseguro. Eso fue algo que siempre me inculcó mi madre. Tan sólo entienda que en dos, tres o cuatro días a más tardar me estarán enviando todo mi equipaje, todo...
EMILY
…No soporto el polvo. Si hay una cosa que no soporto es el polvo. Francamente. ¡Yo soy aséptica!
ALEXANDER
(Extiende su mano). ¡Alexander!
EMILY
(Continuando sin prestarle mucha atención) Esta es la cocina. Y hacia acá es el patio.
ALEXANDER
¡Uy! ¡Qué patio tan grande! ¿Hay perros?
(Amalia parece alegrarse)
EMILY
Me deshice del último…No puede haber perros en esta casa... ¿Y qué es lo que piensa estudiar? (Amalia se entristece)
ALEXANDER
Antropología.
EMILY
(Seca). ¡Interesante! ¿Cuánto tiempo piensa vivir aquí?

ALEXANDER
(Dudando). En tiempo... unos cuantos meses.
EMILY
¿Pero cuánto son esos meses?
ALEXANDER
Bueno.., pueden ser cuatro... de pronto seis o siete... es decir... y usted sabe, todo es tan relativo...
EMILY
(Desconcertada). ¡No me habla de relativos! cinco seis o siete meses…Estoy preguntando, cuántos meses piensa tomar la habitación. ¿No comprende?
ALEXANDER
(Intimidado). Siete …sí siete (En tono bajo para sí)…
EMILY
Siete meses. (Continúan el recorrido)...
EMILY
Este es el baño.
ALEXANDER
Tiene tina y entra mucha luz.
EMILY
Tenemos que compartirlo.
ALEXANDER
Por mi no hay ningún problema
EMILY
Tendrá que orinar sentado…Esta e mi habitación, ¡Privada! ¿Me entiende? ¡Pri-va-da!
ALEXANDER
Yo soy muy respetuoso.
EMILY
(Abre la puerta de otro cuarto). Y esta sería su habitación. (Abre la ventana). Tiene mucha luz, aire, limpieza....
ALEXANDER
(Emocionado). ¡Estupendo! ¿Quién puede pedir algo mejor? El sol entra por allí, no es cierto? Esto era lo que yo buscaba... Aquí podría poner mis libros... (Ella parada en la puerta repite en un tono más bajo algo de lo que el joven va diciendo). En este lugar mi escritorio queda muy bien. Este ángulo es preciso para la mesita de noche, con mi radio que es pequeñito y el reloj despertador. Acá una lamparita y la foto de mi madre, sí. Allá el canasto de la ropa sucia y allí la limpia, claro. Y este espacio para mi camita, sí, mi camita... (Encuentra un portarretrato). Esta joven de la fotografía …¿es usted?
EMILY
Esto es lo único que tiene para vivir.
ALEXANDER
Sí por el momento, pero en uno o dos días me mandan el chivo…

EMILY
¡Un chivo! ¡Cómo se le ocurre si le he dicho que no soporto el polvo! (Él ríe).
ALEXANDER
Y la niña de la foto… ¿es usted?
EMILY
(Sorprendida). Es mi hija.
ALEXANDER
Es muy linda (algo insinuante)… Se parece a usted…
EMILY
Es una gran habitación por trescientos cinco mil pesos mensuales.
ALEXANDER
¿Qué? (ella repite) es una habitación amplia con luz, espacio para mis libros y todo lo demás, pero yo no puedo pagar esa suma por la habitación
EMILY
Doscientos cincuenta mil… (Él avanza un poco más). ¡Doscientos mil pesos! Con alimentación…
ALEXANDER
(Se da vuelta)... ¿Con alimentación? Me parece muy bien.
EMILY
Hablando la gente se entiende. Bienvenido a casa…
(Emily sale de la casa. Música misteriosa. Alexander abre su maleta y la observa detenidamente. Luego sale a su habitación. Emily se pone un chal, guantes plásticos y saca la basura. Sale al callejón y deposita dos bolsas, bota los guantes. Suena lluvia. Sale)

3.El paradero
(Emily ha salido a botar la basura y empieza a llover. Se cruza con Emilio, quien luego de sacudir su chaqueta saca una carta de uno de los bolsillos del saco. Entra una música melancólica, Emilio lee la carta que le produce gran impacto y lo hace llorar. Entra Rita llorando y el se calla, ella no se percata de su presencia y llora angustiada. Cuando decide seguir su camino se cruza con él, se asusta e hiperventila. Usa su cartera como una bolsa de papel para ayudarse. Se recompone)
RITA
Buenas noches señor.
EMILIO
Buenas noches, señora.
RITA
Y ahora no pasa nada por aquí.
EMILIO
(Ríe y se acerca a ella). En este lugar y a estas horas el transporte se pone muy difícil.
RITA
¿CÓMO?
(Toma una posición de protección con la cartera, lista a atacar)
EMILIO
. . ¿Qué le pasa señora?
RITA
¿Qué le pasa a usted?
EMILIO
A mi no me pasa nada...
RITA
(Enfática). Déjeme tranquila, no se me acerque…déjeme en paz (lo golpea con la cartera)
EMILIO
Tranquilícese señora…cálmese (Emilio se hace a un lado y se queja por el fuerte golpe recibido)
RITA
Discúlpeme señor, lo que pasa es que uno aquí no sabe con quien se puede encontrar. (Intenta tocarlo para disculparse. El se queja) Está como lloviendo.
EMILIO
Está diluviando, señora
RITA
Ah sí, tiene razón. Que tonta soy, ya ni sé lo que digo... Con tanta cosa uno se confunde...
EMILIO
Si. (Mirándola de arriba abajo) La comprendo perfectamente.
RITA
Pero no vaya a creer que yo... Bueno, no sé lo que usted estará pensando de mí, viéndome aquí... Claro, yo entiendo que... una mujer como yo, sola, a estas horas y en un lugar como este... es decir, no se vaya a imaginar... ¿Cómo le puedo explicar señor? ¿Usted no entiende? La vida desgraciadamente a veces...
EMILIO
(Simultáneamente sobre el anterior texto de la mujer)... Tranquila señora, le aseguro que no estoy pensando nada. De ninguna manera se vaya a imaginar que yo... Es decir, por mí no se preocupe... No, no, usted no tiene nada que explicarme... Claro, yo entiendo que a veces todos tenemos... Bueno, si... la vida desgraciadamente no siempre es como uno quisiera que fuera.... yo no la juzgo…
(Los dos se miran y percatan que se tomaron las manos y rápidamente se sueltan. ríen con nerviosismo. Quedan luego en silencio. Miran a lado y lado)
EMILIO
(Quebrando el silencio)...¿ Y como qué horas serán?
RITA
(Mira su muñeca y luego busca el reloj en la cartera).
EMILIO
(Constatando en su reloj).¿Las diez y media ya?

RITA
¿Cómo? ¿Las diez y media? ¡No puede ser, Dios mío! (Desesperada empieza a moverse de un lado a otro en el lugar). Y por aquí no pasa nada ni se ve un alma. Y este sector es como...
EMILIO
¿Peligroso? Eso dicen, sobre todo a estas horas, porque aquí siempre llueve igual y algo pasa finalmente. Pero hoy no pasa nada (Dirigiéndose a ella). Usted ha escuchado algo?
RITA
No
EMILIO
Yo tampoco. Todo es culpa de la municipalidad…
(Simultáneamente sobre el anterior texto de ella). Lo que pasa es que esta desorganización ya no tiene límite señora. Esto es una locura, ¿quién entiende? Uno jamás se entera de nada. Les da por cambiar las rutas del tráfico o hacer unos arreglos que... ¡Es el colmo! ¡No hay respeto por el ciudadano! La gente nunca sabe qué es lo que pasa en esta ciudad. (Se calla ante la última pregunta de la mujer sin saber qué responder)... No sé... Por acá no pasa nada y... Yo creo que lo mejor es irme caminado a otro lado... Ahora, si usted quiere... (La invita a acompañarlo).
RITA
(Desesperada). ¿Y ahora qué voy a hacer? ¿Cómo puede ser posible? ¿Por qué me tenía que pasar esto a mí? ¡Maldita sea! ¡Miserable!... ¿Cómo voy a hacer para llegar a mi casa? Juanito y María Paula están solos, ¿me entiende? Y ese desgraciado quién sabe para dónde habrá agarrado... Y entonces ¿qué vamos a hacer señor? Dígame ¿qué voy a hacer yo?
EMILIO
¡¡NO SÉ!! Yo creo que lo mejor es irme caminado a otro lado... Ahora, si usted quiere... (La invita a acompañarlo).
RITA
Pero, cómo me voy a ir con usted si no lo conozco y...
EMILIO
CONOZCÁMONOS…mucho gusto, Emilio.
RITA
(Lo ignora. él sale, ella tratando de detenerlo).
Señor, espere, no me deje aquí sola (En medio de su desespero recoge la cartera tirada en la esquina del paradero). ¡Un momento señor! ¡Su maleta!... (Emilio se detiene y da vuelta). Olvidó su maleta...
EMILIO
¿Cómo? (Emilio regresa lentamente al paradero. Con mucho recelo se acerca a Rita).
RITA
Le suplico que no me vaya a dejar aquí sola en este lugar tan... peligroso. Y usted sabe una mujer está expuesta a cualquier tipo de barbaridades y usted me ha parecido una persona muy respetuosa. ¡Todo esto me pasa es por bruta!
EMILIO
Tiene razón señora.
RITA
¿Cómo? ¿Qué está diciendo de mi? (Se da vuelta fijando su atención en la cartera).
EMILIO
Yo no he dicho nada señora... (Se adelanta tratando de distraer la atención de ella). O sí, está como dejando de llover… un poco...
EMILIO
La maleta. (Ella le entrega la maleta y él se aleja con duda)
EMILIO
¡SANGRE!

4. El baño de Emily

(Emily se baña mientras su cuerpo se transparenta por la cortina. Tararea una canción melancólica. Alexander sale en toalla con el pecho descubierto y descalzo.
El joven abre la ventana y mira al exterior. Emily en su dormitorio tararea una melodía. Alexander sale vistiendo una bata de baño y pantuflas, lleva una toalla y el cepillo de dientes en su boca. Va hacia el cuarto de baño pero se detiene escuchando la melodía que Sin poder vencer la curiosidad se acerca cautelosamente hasta la puerta del cuarto. . Lo asusta la aparición súbita de AMALIA tras la cortina. Pega un grito)
EMILY
¿Qué es ésto?
ALEXANDER
Doña Emily... Excúseme. Yo sólo … es decir me disponía...
EMILY
¡No! Esto no puede ser Alex!
ALEXANDER
Claro que no. Pero yo no quería...
EMILY
Se supone que es muy temprano.

ALEXANDER
Sí pero hoy tenía que levantarme antes porque...
EMILY
¡No Alex! Cómo es posible que tú...
ALEXANDER
(Angustiado). ¡Doña Emily discúlpeme, yo no pretendía!... Si quiere siga usted primero... Yo puedo esperar... (Recrimina su torpeza. Luego encuentra un pequeño pañuelo que se le ha caído a Emily, lo huele profundamente y entra a la ducha)




5. Amalia se atraganta
AMALIA
(Tirada en el piso) ¿Puedo hacer una pregunta? (Alzando la mano para pedir la palabra)
EMILY
No… Sí…
AMALIA
¿Mis abuelos querían tanto a mi padre como tú?
EMILY
¿Qué?
AMALIA
Mis abuelos
EMILY
¿Qué?
AMALIA
Que si querían tanto a mi padre como tú, que si hablan de él todo el santo día…
EMILY
Todo el mundo habla de los muertos cada día desde que se mueren…
AMALIA
Entonces cuando tú te mueras ¿No pararé de hablar de ti?
EMILY
¿Se puede saber por qué piensas ahora en esas cosas?
AMALIA
No lo sé…Mamá…
EMILY
¿¡Qué!?
AMALIA
Si me cambias de colegio nunca hablaré de ti.
EMILY
¿A qué viene eso ahora? No te cambiaré de colegio, claro que si te gusta tanto ese colegio, ¡Mala señal! ¡Muy mala señal! Porque no es normal que a los niños les guste tanto el colegio, seguro que si te gusta es porque alguien está ejerciendo malas influencias sobre ti, y las malas influencias son lo peor mi niña, porque te conviertes en una perdida, una irresponsable, una viciosa, en una mala persona y entonces haces una tontería y cuando te das cuenta es demasiado tarde (le coge la entrepierna a Amalia)…. Ah, ¡no me hagas hablar de eso!, mira que me pongo a temblar con la sola idea de q a ti pudiera pasarte…
AMALIA
¿Qué? ¿Lo que te pasó a ti?
EMILY
¿A mí? ¿Qué dices? ¿Quién te ha hablado de mí? ¿¡Quién te ha hablado de mí!? (Emily se enfurece)
AMALIA
(Temerosa) La tía
EMILY
¡La mataré!
(La hija y la madre protagonizan una batalla campal en la cocina, la niña corre por todos lados mientras la madre la persigue)
EMILY
¿Quieres comer de una cochina vez?
AMALIA
No quiero.
EMILY
Mira que no quiero pegarte, a tú padre no le gustaba que yo te pegara…
AMALIA
¿Qué padre?

EMILY
¡¡¡Pues el tuyo!!! ¿Quién más va a ser?
AMALIA
Yo que voy a saber.
EMILY
¡Basta! (golpea a Amalia en el estómago)
AMALIA
Mamá…
EMILY
¡Qué!
AMALIA
¿Me juras que si como te callarás?
EMILY
En esta casa no jura ni se perjura, jurar es grosero, jurar es…
AMALIA
¡Cállate! ¡Cállate! Y júrame que si como te callarás de una PUTA vez.
EMILY
Lo prometo. (Amalia se sienta a la mesa y empieza a meterse la comida a la boca con las manos) ¿Qué haces? ¿Qué es esa grosería?
AMALIA
Yo soy un monstruo mamá.
EMILY
No, tú no eres ningún monstruo, hagamos las paces, ve al baño y escupe todo eso.
AMALIA
No, ya me lo como todo, todo.
(La niña intenta tragar pero se atranca con la cantidad de comida que se ha introducido a la boca)
EMILY
¡Pero que esta cochinada! ¿Ahora también piensas vomitar en la mesa? ¡Deja ya de molestar!
(La niña se ha empezado a ahogar y la madre de pronto cae en cuenta de la situación, se dispone a pedir ayuda. La niña muere en los brazos de la madre.)
EMILY
¡Auxilio! ¡Alguien que me ayude!

(En ese momento toca a la puerta Alexander. Pareciera que el mundo se hubiera detenido por unos segundos. Emily sentada en el piso como la Virgen de la Pietá, pero sola…ya AMALIA se encuentra observándola )

6. Cena de Cumpleaños
(AMALIA ha caído muerta por la asfixia que le produjo el hueso del pollo. Emily llora. Se oscurece)
ALEXANDER
¡Emily!...(La encuentra a ella tirada en el piso) Emily…¿qué le pasa?
EMILY
Nada, no me pasa nada… Te has tardado un poco.

ALEXANDER
El transporte estaba complicadísimo.
EMILY
¿Has comprado el té?
ALEXANDER
Eh... bueno, es decir, conseguí todo menos el té
ALEXANDER
Esto huele delicioso doña Emily. Se ve que va a ser una cena espectacular.
EMILY
¿Te parece Alex? (Ríe). Apenas estoy preparando los ingredientes. (Ríe y desde la cocina se asoma al comedor).
¡Ah! Veo que has estado de compras para tu cumpleaños. (Se acerca a él). Esa boina te queda muy bien. Además controla ese pelo rebelde que tienes. (Los dos ríen. Alexander tímidamente)
EMILY
Trajiste la sal…ponla aquí
ALEXANDER
Donde… esas moscas…, ves esas moscas negras?... Tú has sacado las bolsas de la basura?...en el mesón hay un papel que dice exactamente cuales son los días que hay que sacar la basura…¿la sacaste?
ALEXANDER
(Desconcertado)... Sí... esta semana
ALEXANDER
(Intimidado)... Bueno, tal vez lo olvidé
EMILY
No se te puede olvidar…hay que sacar….
ALEXANDER
Emily…a cualquier se le puede olvidar…te prometo que no volveré a olvidarlo…(se acerca y le da un beso fraternal (Inquieto, mira de un lado a otro hacia el salón) además en esta casa están pasando cosas raras…
EMILY
(Lo mira intrigada). ¿Qué cosas?
ALEXANDER
No....en realidad no es nada... Bobadas... cosas que me pasan a mi…
Bueno, no puedo quedarme aquí viéndola cocinar... podemos cocinar juntos…
EMILY
¿Tú sabes cocinar Alex?
ALEXANDER
Bueno no....Yo... no sé por qué lo dije…pero te puedo ayudar...(ELLA LE DA UN PLATO)
EMILY
Está bien (le pasa un plato) Ponle sal y pimienta.

ALEXANDER
En qué proporción
EMILY
En la justa proporción.
ALEXANDER
Usted cocina tan exacto…sabe me recuerda a mi madre…ella lo hacia con tanto amor…
EMILY
(Lo mira y lo toma del rostro). eres tan sentimental... Pero no hay que estar triste por los muertos. (PICAN Y MEZCAN SIMULTANEAMENTE LOS ALIMENTOS DE SUS PLATOS)
EMILY
Y ahora…lo esencial….
ALEXANDER
El pollo.
EMILY (Y AMALIA)
¡¡¡¡No!!!! (Pausa siniestra) ¡Carne! Préstame un cuchillo…
ALEXANDER
(Él busca y saca uno. La sorprende) ¡¿Cuál de estos quiere que la corte?!
EMILY
(Grita aterrorizada) ¡Quieto Alex! ¡No hagas eso por favor! Por qué? ¡No lo vayas a hacer! (Alexander queda paralizado ante los gritos de la señora. Ella cae en cuenta del malentendido)... Oh Alexander. Excúsame pero es que... No hagas eso nunca Alex. (Se ríe con nerviosismo)... Nunca... (Toma uno de los cuchillos). Es que no quisiera tener uno de estos dentro de la mía. (Ríe con exageración. Alexander apenas se sonríe sin comprender muy bien el comentario). Era sólo un chiste Alex . QUEDA SERIA IPSO FACTO
ALEXANDER
(También riendo). Sí, un chiste...
EMILY
Préstame ahora un aceite de olivas. Búscalo en el estante.
ALEXANDER
(Abre la puerta de un estante). ¡Qué cantidad de aceites doña Emily! ¡ Aceite natural, animal, vegetal, aceite de ajonjolí, de hígado de bacalao, aceite de tiburón, increíble!
EMILY
Tiene una etiqueta brillante.
ALEXANDER
Y aquí... (Toma un frasco extraño que le llama la atención). Este debe ser su aceite especial. (Se lo enseña a Emily).
EMILY
(Grita aterrorizada al ver al joven con el frasco en sus manos). ¡Alex! ¿Qué es esto? (Alexander queda paralizado). De dónde lo sacaste….? Largo de mi casa…
ALEXANDER
...No sé, usted me dijo que... devolviéndose…¿y la comida?
EMILY
(Descompuesta y fuera de sí). ¡Yo no he dicho nada!...(Arregla las cosas…de pronto encuentra el walkman de AMALIA…llora…toma un cuchillo y destruye la cocina, luego intenta cortarse la muñeca… tira cosas por fuera de la cocina… queda tirada mientras la sombra de AMALIA la acompaña…el rock pesado continua en el walkman)
6. La maleta se abre

EMILIO
¡SANGRE!
RITA
¿Qué le pasó señor?
EMILIO
Nada, como que me corté…un rasponcito no más…nada grave,
RITA
(Señalando la cartera)... Entonces no es...
EMILIO
(Simulando)¿Qué cosa?
RITA
Su maleta.
EMILIO
¡Ah sí!... No. no... Es decir... (Intempestivamente toma a la mujer por un brazo). ¡Yo creo que lo mejor es que nos vayamos de aquí inmediatamente!
RITA
Tranquilo, no tiene nada que explicarme.
EMILIO
Sí, porque de pronto usted va a pensar que yo pensaba quedarme...
RITA
¿No le parece muy raro?
EMILIO
¿Qué cosa?


RITA
La maleta…mire, es una maleta muy fina y como en buen estado. ¿Quién habrá podido dejarla en un lugar como este? ¿Usted no ha visto nada?
EMILIO
¡No! ¡Le aseguro que yo no he visto a nadie por aquí!
EMILIO
Esto es algo muy raro señora. Yo mejor me voy. (Emprende su marcha).
RITA
(Gritando histérica). ¡Un momento señor, no se vaya! ¡No sea tan miserable! (Recoge la cartera y va hacia él. Emilio asustado se vuelve). ¡Cómo me va a dejar aquí sola con ésto! ¡Además usted es el culpable y ya nos vieron!
EMILIO
¡No grite señora! ¡Cállese por favor! Alguien puede pensar que yo...
RITA
¡No me importa lo que puedan pensar! Pero usted tiene que responder por ésto! (Le acomoda la cartera).
EMILIO
Pero si yo sólo estaba aquí esperando el bus y...
RITA
(Enfática). ¡Los dos estábamos aquí esperando bus¡
EMILIO
Bueno sí…¿ y qué podemos hacer?
RITA
Pues abrirla a ver que nos encontramos dentro. (Le pasa la maleta. Él se acerca)
EMILIO
¿Usted cree?... Pero esto es muy raro.
RITA
Sí claro, pero... por aquí no se ve a nadie y... al fin y al cabo nada se pierde.
EMILIO
(Indeciso pero también picado por la curiosidad le pasa la cartera a Rita)... Está bien, entonces ábrala usted. (Se pasan la cartera el uno al otro)
RITA
¡No señor, usted llegó aquí primero!
EMILIO
Sí, pero usted fue la primera que vio la cartera.
RITA
Usted ya la había visto porque estaba detrás suyo cuando yo llegué aquí.
EMILIO
¡No sea mentirosa! ¿Yo cómo iba a saber?
RITA
¡Yo no sé! ¡Pero... además usted es el hombre!

EMILIO
(Queda con la cartera y vuelve a intentar abrirla con afán). Eso es lo de menos ahora señora. ¡Pero por favor, no se ponga nerviosa!
EMILIO
(Sin lograr abrirla). ¿Se da cuenta? Esta es una cartera de mujer y… este puto broche está trabado.
RITA
(Le quita la cartera para intentar abrirla). Todos los hombres son inútiles cuando se les necesita de verdad. (Sin poder abrirla)... Sí, está como trabada. (Palpa la cadera). Pero aquí hay algo. ¡Maldita sea!... Vigile. Mire bien que no venga nadie. (Se quita un zapato y con el tacón golpea desesperada los cierres de la cartera).
EMILIO
(Mirando a uno y otro lado percibe una luz que se enciende tras la ventana de un edificio próximo). ¡Quieta! ¡No se mueva! (Rita se detiene atemorizada). Encendieron una luz en ese edificio a la derecha, como en el tercer piso...
RITA
¿Y ahora qué hago?
EMILIO
Calma. Levántese despacio sin llamar la atención.
(Rita se pone su zapato y empieza a incorporarse. Súbitamente arroja la cadera y va a una esquina del paradero)
EMILIO
(Recoge la cadera y se la entrega). ¡No la deje caer, no sea bruta!
RITA
¡No me trate así señor! ¡No me trate así que usted apenas me conoce!
EMILIO
Nos estaban observando. (Le besa la mano)
RITA
La vida es muy rara, ¿no?... (Vuelve a quitarse el zapato para intentar abrir a golpes la cartera). Qué carajo, ésto tiene que abrir de alguna manera.
EMILIO
(Se le arroja deteniéndola y le arrebata la cartera). ¡Ahora no señora! ¿No se da cuenta que nos están observando?... Y ese carro que se detuvo... Yo creo que nos metimos en la grande.
RITA
Quién sabe... De pronto nos la ganamos, la grande. (Ríe).
EMILIO
No me hace gracia el chiste señora... ¿Y ahora qué hacemos?
RITA
(Decidida se le acerca tratando de arrebatarle la cartera). ¡Pues salir de dudas! ¡No vamos a ser tan inútiles que no podamos abrir una cartera!
EMILIO
(Rechazándola). ¡Por favor señora, cálmese! ¡Esto hay que tomarlo con calma! ¿No se da cuenta?... Mire con disimulo a ver si la luz allá arriba aún está encendida. (Rita se voltea).

EMILIO
(Tomándola del brazo). ¡Le dije con disimulo! ¿No entiende?
RITA
(Molesta). ¡Tranquilícese usted señor!... Francamente su actitud sí es sospechosa.
EMILIO
¿Le parece?
RITA
Claro. Usted está- como siempre dice David, mi marido- paranoico.
EMILIO
(Luego de mirar hacia la ventana). Apagaron la luz... Bueno, lo mejor ahora es hacer de cuenta que no ha pasado nada. Porque en realidad aquí no ha pasado nada, ¿cierto? Nosotros no tenemos nada que ver con ningún asunto raro. Entonces dejamos esta cartera tal y como estaba y desaparecemos del lugar. (Deja la cartera en el lugar inicial y emprende su marcha).
RITA
(Toma la cadera y trata de persuadir a Emilio). ¿Está loco señor? Cómo vamos a dejar esto así sólo por unas suposiciones… ¡No! (Intenta abrirla).
EMILIO
(Angustiado se devuelve y trata de quitarle la cadera que ella retiene). ¡Suéltela, carajo! (Forcejean).
RITA
Ni siquiera sabemos lo que tiene adentro.
EMILIO
¡No sea loca señora!
(En el forcejeo la cartera se abre, los dos quedan paralizados ante lo que ven en su interior)
8. Sueños con asesina 1
(Emilio se dirige hacia un extremo de la calle y de pronto ve la figura de un personaje que entra la a escena. Es la Asesina: lleva consigo una cajita que pone en el suelo mientras Emilio pone la maleta en el suelo y se dispone a retirarse por el otro extremo de la calle).
ASESINA
¡Arrodíllese!
(Emilio obedece. La Asesina abre la caja y saca una venda negra, se dirige hacia Emilio y le tapa la boca.)
ASESINA
No se ponga nervioso, no le haré daño….Por ahora… Es… sólo unos minutos, una muerte tranquila comparada con otras… (La asesina vuelve hacia la caja y saca un par de guantes negros, empieza a colocárselos) ¿Sabe? Usualmente no acostumbro a hablar con las personas a quien debo… más bien no hablo, no les doy tiempo, nada de tiempo, lo que pasa es que usted me ha parecido tan… (Emilio se levanta del suelo e intenta gritar, la Asesina lo mira y se ríe de él, luego le hace un gesto indicándole que vuelva al piso. Emilio se arrodilla de nuevo)
ASESINA
(Agarrando a Emilio de la camisa y levantándolo del suelo) ¡Hace dos horas que le estoy esperando! Incluso, llegué a pensar que no iba a venir…¡ Y me he quedado aquí como una tonta! (lo tira al suelo) y me fui… poniendo… algo … nerviosa ¿entiende? (La Asesina se dirige hacia la caja y saca un par de cuchillos) Mire, yo no soy ninguna sádica, por naturaleza no lo soy, es más nunca lo ha sido pero estas dos horas me las tengo que cobrar….

8. Sueños con asesina (2)

(La Asesina entra con Rita quien se encuentra con los ojos vendados)
ASESINA
No se ponga nerviosa, no le haré daño….Por ahora… Es… sólo unos minutos, una muerte tranquila comparada con otras… ¿Sabe? Usualmente no acostumbro a hablar con las personas a quien debo… más bien no hablo, no les doy tiempo, nada de tiempo, lo que pasa es que usted me ha parecido tan…(la lame)
RITA
¿Usted tiene familia? Usted tiene familia. Si tiene familia piense por unos instantes en ellos. Piense en sus hijos, sus hijas, su marido, su cama, su casa, su perro, sus vecinos. Seguro que no tiene idea de que es usted. Imagine que hablo con ellos y les digo lo que es usted: una asesina, una torturadora que mata a cualquiera por cuatro miserables pesos. Imagine la cara de su hija, la pequeña; cuando vaya por la calle caminando y todos la señalen y le digan: ¡miren, miren bien! Allí va la hija de la asesina del barrio, de la gran puta. Se que también tiene un marido, seguro que es un hombre dócil, amable, sensible, encantador; y no conoce al monstruo que vive en su interior y que duerme con él cada noche. A usted la cogerán, a usted la atraparan, ¡mire, mire las caras de todos, mire la cara de su hija, la cara de odio y de asco cuando la estén acusando a usted por haberme matado a mí y a otros antes que yo.
(Rita toma una caja y se da la a la asesina para que ponga en ella sus armas)

Míreme a los ojos ¡míreme a los ojos! Yo no voy a morir. ¿No se da cuenta? ¿No se da cuenta que no soy yo quien le habla? Una persona no hablaría del modo en que yo le estoy hablando en una situación como ésta. ¿Sabe quien soy yo? si, lo sabe perfectamente. Yo soy Dios. (Rita toma satisfecha la maleta)

9. Emilio y Rita se despiden

(Emilio y Rita aparecen exactamente en el lugar en el cual se abriò la maleta antes de Los sueños con Asesina )
EMILIO
Usted la vio, usted también la vio.
RITA
Sí, pero es solo el miedo; esto, esto es real.
EMILIO
Hoy no era nuestro día ¿cierto? Porque pudimos haber aparecido muertos en el periódico.
RITA
O matar.
EMILIO
¿Usted seria capaz? (Rita sonríe). Mucho gusto, Emilio Yáñez.
RITA
Rita Escalante de…Rita Escalante.
EMILIO
Adiós Rita.
EMILIO
Adiós Emilio.
(Emilio se aleja de Rita y lee la carta que había leído a su llegada al paradero, mientras que Rita abre la maleta. Rita ríe compulsivamente, Emilio sale. oscuro)

10. El amor
EL AMOR
( Emily en el baño. Se asoma para ver si llegó Alexander.
Emily en la cocina…prepara unos pasabolas.
Emily prepara dos copas de vino y abre una botella.
Emily queda profundamente dormida esperando a Alexander. El llega la observa en su transparente y delicada bata de noche. Entra a su habitación y saca la maleta a la calle. La bota en el mismo sitio donde tiempo atrás Emily dejó las bolsas de basura…el mismo donde Rita encontró la maleta. Se devuelve al comedor y despierta dulcemente a Emily…una copa…se dirigen al baño…se desnudan…llega el amor canción Trozos y Destrozos)
LETRA

COMO TÚ …COMO TÚ…

LA VIDA SE COMPONE DE TROZOS Y DESTROZOS
TROZOS DE NIÑEZ CON YOYOS Y GRILLOS
TROZOS DE ADOLECENCIA CON DIARIOS Y BRAKERS
TROZOS DE ADULTEZ CON CASAS Y CARRERAS

COMO TÚ …COMO TÚ…

LA VIDA SE COMPONE DE DESTROZOS
DESTROZOS DE NIÑEZ
CON CORDONES DE PLANCHA EN LA PIERNA
DESTROZOS DE ADOLECENCIA
CON CONFUSIONES Y ERRORES FATALES
DESTROZOS DE ADULTEZ
CUANDO VIVIENDO CON ALGUIEN SIGUES SOLA

COMO TÚ …COMO TÚ…

MI VIDA SE RESUME EN TROZOS
¿QUE TROZO DE VIDA ERES TÚ MI LINDO DESTROZO?
ME LIBERAS DEL PASADO Y ME INVITAS AL FUTURO
ME TOCAS Y ME LIBERAS DE MIS FANTASMAS
SI ME BESAS MI PUDOR SE DESTROZA

COMO TÚ …COMO TÚ…

Trozos y Destrozos
Escenas de:
Sergie Belbel (de la obra Morir o no morir) &
Fernando Peñuela (de la obra Tráfico Pesado)

Dramaturgia y dirección Víctor Hugo Enríquez Lenis,
Santiago de Cali, 2010

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